La pequeña estructura molecular le permite penetrar fácilmente en las capas profundas de nuestros poros y proporcionar nutrición desde adentro, al mismo tiempo que ayuda a reparar los daños en su superficie. Algunos ingredientes clave que se encuentran en las calabazas incluyen vitaminas A y E, así como poderosos antioxidantes que combaten los radicales libres que causan el envejecimiento o los factores estresantes ambientales como los rayos UV, todo lo cual desea protegerse.

Las calabazas son una gran fuente de enzimas y alfahidroxiácidos que ayudan a descomponer las células cutáneas muertas. Este proceso acelera la regeneración celular normal, lo que da como resultado una piel radiante y saludable. Los antioxidantes que se encuentran en estas deliciosas golosinas refinan tu cutis al minimizar las líneas finas o arrugas, al tiempo que aclaran las manchas oscuras en la superficie debido a la exposición al sol, lo que las hace perfectas para todas las estaciones (o estados de ánimo).